Fumar
es uno de los hábitos que producen efectos negativos para la salud,
ya que perjudica el funcionamiento del organismo, disminuye la
capacidad física y ocasiona enfermedades.
Llamamos
dependencia a la situación en la que el organismo se habitúa a
funcionar con la presencia de alguna sustancia, desde los puntos de
vista tanto físico como psicológico. En el tabaco, la principal
sustancia que crea dependencia es la nicotina.
Al
fumar se introducen en el organismo sustancias muy perjudiciales que
afectan al sistema circulatorio y al aparato respiratorio, y que
aumentan los riesgos de contraer cáncer. Las más perjudiciales son
el alquitrán y el monóxido de carbono.
Lo
más importante ante el hábito de fumar es no iniciarse nunca: decir
< no > al primer cigarrillo. La práctica de ejercicio
físico de forma habitual es una actividad preventiva, además de una
importante ayuda para abandonar el hábito.
La
correcta nutrición se basa en la dieta equilibrada, que
permite a la persona el mantenimiento de un adecuado estado de salud
a la vez que la provee de la energía necesaria para la realización
del ejercicio físico.
La
postura corporal humana actual es el resultado de un largo proceso de
adaptación hasta alcanzar la posición erguida sobre los dos pies,
en la que la columna vertebral es el eje postural.
Los
discos intervertebrales, los ligamentos vertebrales y los músculos
que rodean a la columna vertebral son los encargados de mantener su
estabilidad, haciendo posibles los movimientos.
Para
levantar cargas del suelo, la posición inicial que se adopte ante el
objeto debe ser la de agachado con las rodillas flexionadas y la
espalda totalmente recta. Así, al estirar las rodillas mientras se
mantiene recta la columna, el objeto será levantado con la fuerza de
las piernas.
La
acción coordinada de los músculos del tórax, el diafragma y el
abdomen hacen posible la respiración completa. Este tipo de
respiración beneficia el funcionamiento de los pulmones, el control
del estado de ánimo y la capacidad de relajación.